La Ciudadela de Kuelap.

JUEVES, 28 DE JULIO DE 2016.

La salida era a las 8.00h de la mañana pero algo característico de acá, como hemos dicho, es retrasarse pues, al final, salimos a las 9.50h en una combi hacia Kuelap. El trayecto duró 3 horas, pero paramos en un pueblo antes de llegar a tomar un mate de coca por el mareito que llevábamos. La excursión incluía el transporte de ida y de vuelta, la guía (Cloti), la entrada y el almuerzo.

La Ciudadela de Kuelap es un recinto arqueológico donde se pueden ver las ruinas de las casas donde vivían los chachapoyas en los años 500 d.C. Nos explicaron que las plantas redondas de las casas eran de la civilización chachapoya y que las rectangulares fueron las de los incas cuando invadieron su territorio en el año 1500 d.C. aproximadamente. También nos contaron que los chachapoyas se aliaron con los españoles para echar a los incas de su territorio.

Durante muchos años se ha creído que era una fortaleza, por cómo estaba estructurado, pero otros estudios han hecho ver que era más un sitio religioso o espiritual ya que no se han encontrado armas. 

Las casas son todas iguales, entraban familias de 6/7 personas y estaba compuesta de un criadero de cuis, mortero, incluso los propios nichos donde enterraban a los familiares. 

Vimos las únicas llamas que hemos visto hasta el momento en el Perú que merodeaban entre estas ruinas y, además, nos posaban para las fotos. 

La vista era increíble, todo rodeado de montañas y detrás más y más montañas.

Nuestra guía, Cloti, una mujer bastante peculiar pero bastante cañero nos dejó bien claro que no podíamos tocar los muros ni las piedras porque había que cuidar el patrimonio cultural del Perú. Su frase más especial que guardamos en nuestra memoria ha sido: "¿Alguna preguntita de ustedes? No, ninguna. Ya, ¡vamos!" (Pero sin ni siquiera dejarnos tiempo para pensar alguna pregunta...)

A la vuelta, en Chachapoyas ciudad, encontramos un sitio perfecto para cenar "Amazonas 632", donde gozamos comiendo, dibujando esperando a la comida y un trato excelente, ¡bacan! ¡Muy chévere!