VIAJE A CHACHAPOYAS.

JUEVES, 28 DE JULIO DE 2016.

El miércoles por la tarde cogimos un bus rumbo a Chachapoyas. Todo parecía normal: el bus era cómodo, tenía su horario de salida, cada uno tenía su asiento… pero como todo puede pasar en Perú….de todo nos pasó.

Empezamos:

Lo normal aquí es que todo vaya con la calmita peruana… con lo cual, el bus salió una hora más tarde. Empezó a sentarse gente en el pasillo encima de unas cajas de cerveza y apoyados en el hombrito de Erika. A más de una hora de camino el bus se paró, no sabíamos porqué había parado, pero barajamos varias opciones: una piedra en el camino, alguien que quería hacer pis o cagar, una rueda pinchada…. Pero todo era aún más sencillo: El bus SÓLO quería dar la vuelta en una carretera imposible que daba a un barranco y... os preguntareis ¿Por qué? Pues porque un pasajero no tuvo tiempo suficiente para coger el bus y el conductor, con tan buena fe, quería dar la vuelta e ir a buscarle. Solo podíamos escuchar… "¡¡AVANCEEE!! ¡¡AVANCEEE!!" De los gritos del resto de pasajerxs, nosotrxs solo alucinábamos… viendo por la ventana a un hombre iluminado con su linterna mientras cagaba entre setos.

Esto es poco porque el viaje continúa… unos kilómetros más lejos vuelve a parar, se ve que cada vez que un pasajerx quiere mear, el autobús para ahí mismo, sea donde sea.

Un ratito más tarde sube un hombre vestido de seguridad exigiendo y pidiendo limosna por nuestra seguridad… olía que apestaba a hoguera y su cara daba bastante miedo. No nos daba ninguna seguridad, más bien todo lo contrario.

Bueno, a las 3.20h de la mañana llegamos a Pedro Ruiz donde un amable moto-taxista nos consiguió una combi que nos llevó a CHACHAPOYAS!!

Para las 5 de la mañana estábamos ya en el Albergue TAMBO, lugar que recomendamos para futuros viajes a Chacha. El recepcionista estaba tan grogui que se equivocó de habitación y cuando estábamos casi dormidos, nos despertó para decirnos cuál era nuestra verdadera habitación.

Dormimos unas pocas horas, pero nos levantamos con mucha energía para dirigirnos a nuestra primera salida en Chachapoyas: La Ciudadela de KUELAP.